Impacto
En todo Estados Unidos, se invierten anualmente más de 92 mil millones de dólares en servicios de educación especial. En promedio, atender a un estudiante con necesidades educativas especiales cuesta más de 13,000 dólares al año, y en distritos con alta demanda, ese costo puede ascender a 49,000 dólares por estudiante. A pesar de esta enorme inversión, muchos estudiantes bilingües con dificultades en la lectura —especialmente aquellos en riesgo de dislexia— continúan sin recibir el apoyo adecuado o son erróneamente diagnosticados. Esta brecha no responde únicamente a la falta de financiamiento, sino a cómo están diseñados nuestros sistemas y planes de estudio, y a quiénes realmente sirven.
En el estado de Texas, esta urgencia es particularmente evidente. Desde 2020, el número de estudiantes que reciben servicios de educación especial ha aumentado en más del 32 %, superando actualmente los 765,000 niños y niñas. Al mismo tiempo, Texas educa a más de 1.2 millones de estudiantes bilingües emergentes, de los cuales el 92 % habla español en el hogar. Sin embargo, son muy pocos los programas de lectura diseñados para atender eficazmente a esta población. La mayoría consiste en traducciones de currículos en inglés, en lugar de ser herramientas de alfabetización basadas en cómo se adquiere y se lee naturalmente el español.
Aunque uno de cada cinco estudiantes enfrenta dificultades relacionadas con la dislexia, la mayoría de los niños bilingües, tanto en Estados Unidos como en otros países, no tiene acceso a programas de lectura que sean al mismo tiempo científicamente sólidos y lingüísticamente auténticos. Esta desconexión da lugar a una falla sistémica. Los estudiantes suelen ser identificados tardíamente, son retirados de sus aulas para recibir intervenciones poco adecuadas, o bien pasan desapercibidos. Mientras tanto, los docentes rara vez están capacitados ni cuentan con herramientas culturalmente pertinentes y aplicables en el aula para abordar estas necesidades desde etapas tempranas —antes de que el rezago se profundice—. Por su parte, los especialistas en dislexia, aunque esenciales, suelen intervenir fuera del contexto escolar directo y solo una vez que el estudiante ya ha presentado un rezago significativo—lo que aumenta tanto el costo educativo como el financiero de la intervención.
La Fundación Educativa Lajam está transformando esta realidad.
Nuestra propuesta es LUZ, un currículo de alfabetización desarrollado desde cero en español, no una traducción. LUZ está diseñado específicamente para estudiantes bilingües y neurodivergentes, incluidos aquellos con dislexia u otras dificultades relacionadas con la lectura. El programa integra estrategias pedagógicas fundamentadas en el conocimiento sobre la dislexia directamente dentro de la instrucción en el aula general, lo que permite que los docentes brinden apoyo temprano sin necesidad de retirar al estudiante del salón ni esperar un diagnóstico formal. Este enfoque no solo mejora los resultados de lectura para todos los alumnos, sino que también reduce la necesidad de intervenciones costosas y reactivas en el futuro.
Al empoderar a los docentes mediante el uso de LUZ, las escuelas pueden atender mejor a sus estudiantes utilizando el personal ya disponible, liberando a los especialistas para que enfoquen sus esfuerzos en aquellos casos de dislexia severa y diagnosticada. Este modelo es, a la vez, más inclusivo y más eficiente. Representa un cambio fundamental: dejar de reaccionar ante el fracaso para, en cambio, construir la alfabetización desde el inicio, y en el idioma que los estudiantes realmente hablan y comprenden.
Demasiadas veces, los estudiantes bilingües enfrentan dificultades no por falta de capacidad, sino porque el sistema educativo no fue diseñado pensando en ellos. LUZ cambia esa realidad. Proporciona a los docentes herramientas prácticas y culturalmente pertinentes. Ofrece a los estudiantes una experiencia de aprendizaje auténtica, basada en su idioma. Y ofrece a las escuelas una vía costo-efectiva para desarrollar habilidades lectoras sólidas antes de que las intervenciones costosas sean necesarias.
Su apoyo es clave para hacer posible esta transformación. Con su ayuda, Lajam Education puede capacitar a más docentes, llevar LUZ a más aulas y construir un modelo educativo que sea equitativo, sostenible y verdaderamente inclusivo. Juntos, podemos asegurar que todos los estudiantes —sin importar su idioma, diagnóstico o contexto— tengan la oportunidad de leer, crecer y tener éxito desde el primer día.